Al inicio de un nuevo año, muchos nos proponemos comer bien y adelgazar, pero al paso de unos cuantos días, semanas o meses, la mayoría hemos tirado la toalla. Pocos habrán perdido el peso que se propusieron y aún menos mantendrán el peso perdido.
Tal vez el problema de estas resoluciones es en como medimos el éxito o fracaso de nuestra meta. Sí sólo nos concentramos en perder peso, se hace más frustrante cada vez que la báscula no nos dice que hemos bajado, o peor aún; nos dice que hemos subido. Podemos estar tratando de bajar de peso para una boda o una reunión y estas no son las razones ideales para querer hacerlo.
Para tener éxito, debemos hacerlo por nosotros. Los premios son sentirse mejor, tener más energía, buena autoestima y saber que le estamos haciendo bien a nuestro cuerpo.
En lugar de pensar en el peso y en la apariencia solamente, debemos enfocarnos en mejorar nuestra salud y cuando lo hacemos vemos los resultados de inmediato.
Existen áreas específicas en las que podemos mejorar nuestra salud a través de la nutrición:
- Mejorar hábitos alimenticios
Pensemos en lo que acostumbramos comer, dónde lo comemos, cómo lo preparamos y cuánto comemos.
Responde estas preguntas:
-¿Comes fuera todos los días?, ¿Dónde comes?
-¿Cuáles son tus comidas favoritas?, ¿Podrías escoger comidas con menos grasa o no comer tantos postres?
-¿Qué tipo de refrigerios haces?
-¿Comes frente a la tele?
Ahora que ya tienes algunas ideas de cómo mejorar tu dieta, establece metas.
- Aumenta la actividad física
Para poder incluir el ejercicio en tu vida ajetreada, tienes que planear con anticipación y hacerlo prioridad. Si no, se verá desplazado por otras tareas cotidianas. Lo necesario son 30 minutos 3 ó 4 veces por semana.
2. Tómate tu tiempo
Es lo que solemos olvidar, tomar nuestro tiempo para relajarnos, que es necesario para poder enfrentar el estrés de una mejor manera. Al relajarnos, la presión arterial puede bajar y tener otros beneficios asociados. Haz algo que disfrutes por 30 minutos todos los días.
Para lograr tus metas debes:
- Aprender a cuantificarlas
No es suficiente decir: “Voy a comer menos chocolate”. Una meta específica y fácil de medir sería: “Sólo me comeré 1 chocolate por semana”.
- Escoger un cambio a la vez
Los cambios son difíciles. Sí queremos tener éxito debemos hacer un cambio a la vez. Empieza con los que son más fáciles de lograr. Por ejemplo: Apagar la televisión mientras comes.
- Ser realista
No te impongas metas demasiado altas desde el principio. Por ejemplo: “Voy a hacer 2 horas de ejercicio todos los días”
Con paciencia y voluntad, podrás logar todo lo que te propongas. Comiendo de forma saludable te vas a sentir bien y de paso vas a bajar las libritas de más.